domingo, 19 de enero de 2014

EL FUTURO DE LOS EMPLEADOS DE CEISS

Ceiss afronta la integración en Unicaja con 1.100 trabajadores menos y el cierre de 200 sucursales

El banco adelgaza su plantilla en 1.100 personas en un tercio del plazo dado por Bruselas.

maría j. muñiz | león 19/01/2014

Apenas falta una «tercera fase» para que Banco Ceiss cumpla las condiciones de reducción de plantilla exigidas por la Comisión Europea en el plan de resolución de la entidad. En un tercio del plazo temporal concedido se ha llevado a cabo el adelgazamiento de un 30% de la estructura (también debe reducirse el negocio), un plazo que concluye el 31 de diciembre del ejercicio recién iniciado. La antigua Caja España-Duero se ha deshecho de casi 1.100 empleados de los 1.230 de los que debe prescindir, y ha llevado a cabo buena parte de los cierres de oficinas exigidos, tanto en su zona de actuación histórica (la «zona core») como en el área de expansión.
Con el plan social prácticamente ejecutado y el compromiso de que no habrá nuevos recortes sin acuerdo en el futuro (según recoge el documento firmado en mayo pasado con los sindicatos) la estructura de Banco Ceiss espera que mañana mismo se solvente el interminable proceso de integración en Unicaja, casi tres años de tiras y aflojas, para afrontar una nueva etapa en la que la mayor entidad financiera de Castilla y León deje atrás problemas de solvencia y amenazas de liquidación para convertirse en una filial de la entidad que preside Braulio Medel, que previsiblemente operará con marca propia en su ámbito de actuación histórico.
Pendiente
Desde el punto de vista del plan social queda por resolver el futuro de alrededor de 150 trabajadores, y el cierre de algo más de medio centenar de oficinas, todas ellas ubicadas en la zona de expansión, porque el recorte en las sucursales de la zona histórica ha concluido ya. De esa cifra alrededor de 120 trabajadores han pedido su baja voluntaria, que no se ha resuelto por necesidades de servicio en las oficinas en las que trabajan. Otra treintena de empleados está pendiente del cierre de sucursales y de traslado a un nuevo destino, al que deberán decidir si acuden o si se suman a las condiciones ofertadas en las bajas incentivadas.
La resolución definitiva del plan social no se ha cerrado pendientes también de la reestructuración de los servicios centrales en León y Salamanca, que esperan conocer las necesidades que tendrá la entidad en su nueva etapa para ultimarse. De hecho, según explican fuentes sindicales, hay oficinas en la Comunidad que tienen necesidad de personal, y que no se han cubierto a la espera de resolver la modificación en los servicios centrales, de forma que pueda ofrecerse a la mayor parte de los trabajadores afectados un puesto laboral en la provincia donde desempeñan actualmente sus funciones, y no tener que recurrir a una movilidad laboral mayor.
Pendiente de estos últimos ajustes, el plan social firmado en mayo está prácticamente realizado. Los sindicatos advierten de que la integración en Unicaja no se traducirá en nuevos ajustes de personal, ya que el que se ultima ahora es el exigido por la Comisión Europea para resolver las dificultades económicas de Banco Ceiss, y que existe una cláusula firmada en el acuerdo que garantiza que no habrá más despidos si no hay acuerdo con la representación sindical.
Plan de bajas
El plan social firmado finalmente entre empresa y sindicatos (no sin problemas, por el desacuerdo en la parte social) fijó la reducción total de una plantilla de alrededor de 4.700 trabajadores en 1.230 personas, frente a las 1.502 señaladas en un primer momento. La negociación estableció un plan de bajas indenmizadas que ha conseguido que la práctica totalidad de la reducción de empleos se haya llevado a bajo sin despidos «traumáticos»; más de la mitad de ella a través de prejubilaciones, con condiciones preferentes para trabajadores que hubieran cumplido más de 56 años el pasado 31 de diciembre.
La imposición de Bruselas pasaba por una reducción de algo más de 250 oficinas, rebajando de 815 a 552; además de la reducción en un 44% de los servicios centrales. De los 1.502 despidos planteados inicialmente, 1.101 eran de trabajadores de las sucursales, 54 de los servicios de apoyo de red y 344 de los servicios centrales.
Una operación de saneamiento para la que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) autorizó un presupuesto de 95 millones de euros (una media de 63.200 euros por despido). Sin embargo, sólo el coste de las prejubilaciones ronda los 150 millones de euros, ya que a los distintos tramos de indemnización en función de la edad de los afectados hay que sumar el convenio especial, los ingresos al Tesoro por desempleo, los pagos a la Seguridad Social y el canon por subsidio.
Para hacer frente a este coste, el plan social firmó también medidas de ahorro de costes cuyo principal punto fue una reducción a partir de julio del año pasado de un 9% en el salario fijo total anual del conjunto de la plantilla, menos los complementos funcionales. Los que no entran en convenio se redujeron un 30%, además de suprimir los premios y pagas por antigüedad, natalidad y nupcialidad.
Otras medidas
Desde julio pasado hasta el mismo mes de 2016 se suspenden también las aportaciones al plan de pensiones (con el objetivo final de reducir un 25% el coste futuro del sistema de prestaciones sociales). Las medidas de recorte afectan igualmente al plus de convenio, trienios, las ayudas por estudios de los hijos, retribuciones variables, y la recuperación por parte de la entidad del Fondo Social.
Medidas que suponen en total una reducción de costes de más de 40 millones de euros, con los que se compensa el coste de las prejubilaciones para llevar a cabo una importante reducción de plantilla que fuera lo menos traumática posible. De hecho, la práctica totalidad de las bajas se han cubierto con peticiones voluntarias, y no habrá que recurrir de forma significativa a las extinciones obligatorias de contratos.

Fuente: Diario de León

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