Unicaja se ha apuntado un beneficio de 422,3 millones de euros con la compra de Ceiss (Caja España-Duero) sin necesidad de buscar sinergias ni ahorros de costes y a pesar de que la entidad castellana está en pérdidas. Esta cifra corresponde al fondo de comercio negativo (badwill) generado por la operación que la entidad andaluza puede llevar directamente a su cuenta de resultados. Esta práctica también la hicieron en su día Banco Sabadell, que se apuntó 900 millones por la compra de la CAM, y La Caixa, que se anotó 1.400 millones con Banco de Valencia pese a su menor tamaño.
La explicación de este fenómeno contable reside en que la entidad que preside Braulio Medel ha comprado Ceiss por debajo de su valor contable, lo que en vez de generar un fondo de comercio (goodwill o precio pagado superior al valor contable), que es lo normal cuando se compra una empresa sana, genera un fondo de comercio negativo (badwill) que supone un activo para el comprador que puede llevar a beneficios. Si el fondo de comercio es positivo, supone una pérdida acontable, pero se amortiza en varios ejercicios, no de golpe.
Con parte de ese dinero, la entidad andaluza tiene que acometer el saneamiento del balance de Ceiss. No obstante, en esa tarea ya se ha encontrado mucho hecho, puesto que los activos tóxicos (crédito promotor e inmuebles adjudicados) se han traspasado al banco malo y Medel arrancó alFROB que el fondo público corra con el gasto del ajuste adicional del 5% de la plantilla, así como una garantía de 241 millones por los posibles litigios de los preferentistas. Los 422,3 millones es lo que le sobra a Medel tras acometer los saneamientos necesarios.
Gracias a esta inyección, el beneficio de Unicaja en el primer trimestre se dispara desde los 51,8 millones que obtiene como resultado de explotación hasta 460 millones antes de impuestos, que se quedan en 453 millones como beneficio neto. Con este impacto, la entidad andaluza consigue por sí sola que el beneficio del conjunto de las cajas de ahorros crezca un 39,6% hasta 1.249 millones hasta marzo, mientras que los bancos de la AEB -sin ningún efecto similar- han sufrido un descenso del 29% en su resultado en el mismo período.
Por el contrario, Ceiss sigue estando en pérdidas, de 52,7 millones antes de impuestos, que se reducen a 33,2 millones en el resultado neto gracias a los créditos fiscales de años anteriores (los famosos DTA). No obstante, estas pérdidas no tienen que ver con el beneficio que se apunta Unicaja por el fondo de comercio, que es un impacto contable singular (se produce una sola vez). Otra cosa es que, en el nivel consolidado, Unicaja tenga que restarse las pérdidas de Ceiss de su beneficio ordinario.

Fuente: EL CONFIDENCIAL