jueves, 19 de septiembre de 2013

Rafael Torres

Rafael Torres

Preferentes: medio atraco nada más

 

18/09/2013 | 21:05 h.
Una persona honrada, es decir, un trabajador, reúne con mil fatigas y privaciones unos ahorros. Ahorrar en España siendo un trabajador uncido a un flaco salario, o un profesional autónomo uncido al desamparo y a la incertidumbre, o un pequeño empresario uncido al crédito y al acaso, no es cosa fácil, apenas quedó nunca nada, tras subvenir a las necesidades ordinarias de la vida, que ahorrar. Menos aún para un jubilado. Pues bien; ese ciudadano lleva sus ahorros a su Caja de toda la vida, pues quiere y necesita guardarlos y no jugárselos en la ruleta de la Bolsa o de la especulación por ser fruto del trabajo, y resulta que le atracan y le sustraen el dinero, pero no en el camino a la sucursal, sino en la propia entidad y a manos de sus empleados, en muchos casos como de la familia, tal había sido durante años la relación de confianza con ellos. Pero la víctima no puede llamar a la Policía, ni a los Mossos, ni a la Guardia Civil, pues quienes les mandan están en el ajo, bien por activa, relacionados ayer con el control y la gestión de esas Cajas agavilladas finalmente en Bankia, o por pasiva, consagrando y organizando desde el Gobierno, a golpe de Decreto, esa brutal y masiva expropiación.
El pobre ciudadano español que no robó, sino que trabajó como una mula para sacar cuatro cuartos, llevó su dinero a la Caja de Ahorros, donde se lo apropiaron mediante el timo de las Preferentes y las Subordinadas, que presentaron como un depósito sin riesgos pero que era, en realidad, una ranura por la que ese dinero pasaba a ser propiedad de la entidad, que, por cierto, ocultaba el hecho de hallarse en el umbral de la quiebra. Y quebraron, naturalmente, y el Gobierno decidió auxiliarlas y recapitalizarlas, ya como Bankia, con el dinero de los clientes en primer lugar, y en segundo, con el que le han ido birlando a los enfermos, a los estudiantes, a los pensionistas, a los funcionarios, y a todo el mundo. Pese a ello, la oficina física donde la víctima primigenia llevó sus euros, cierra también, se esfuma, desaparece, cual está sucediendo con tantas de Bankia, y todavía viene Antonio Carrascosa, el director general del Fondo de Reestructuración ¡Ordenada! Bancaria, diciendo que la mitad de las víctimas recuperará sus ahorros.
¿La mitad? ¿Suponen el FROB y el Gobierno de Rajoy que con media sirla tapan la cosa? El 99% de las Preferentes se colocaron fraudulentamente a las familias. ¿La mitad? Los jueces piensan otra cosa: 9 de cada 10 sentencias están siendo favorables a las víctimas de ese expolio institucional sin precedentes en el mundo civilizado.
 
FUENTE: www.estrelladigital.es

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